Estimados vecinos/as:

Es un honor y una enorme responsabilidad desempeñar el cargo de Alcaldesa de Torre de Don Miguel.

 

Es un honor porque nuestro pueblo forma parte de una zona rural absolutamente maravillosa: tenemos una de las mejores ubicaciones geográficas de la comarca, con unos maravillosos recursos naturales (fuentes, arroyos, bosques, diversidad de fauna y flora), disponemos de numerosos servicios públicos: centro de salud, residencia de mayores y centro de día, colegio, guardería, albergue municipal, polígono industrial, biblioteca municipal, centro de interpretación, pistas polideportivas, piscina natural, zona de autocaravanas, parques infantiles, carretera de circunvalación, montes comunales, bienes de interés turístico y un larguísimo etcétera. Además, coexisten en nuestro pueblo profusas actividades económicas generadas por iniciativas privadas particulares, por lo que, sumado a los servicios públicos y a nuestro inigualable entorno, generan una simbiosis perfecta que dota a nuestra localidad de unas oportunidades casi inmejorables. Somos fundadores, así mismo, de una de las tradiciones más espectaculares y únicas que existen: El Capazo, declarado como Fiesta de Interés Turístico Regional. Además de ser promotores de otras muchas tradiciones que nos son propias (Fiesta de la Virgen de Bienvenida, Día del Cristo, Quema del Calculón…).

 

Todo ello dice mucho de nuestras gentes, de nuestros vecinos: somos personas luchadoras que no se conforman y miran hacia el futuro, intentando siempre obtener la mejor versión de nosotros mismos y de nuestro pueblo, pero sin dejar atrás nuestro pasado y nuestras raíces, que es lo que conforma nuestra identidad.

 

Sin embargo, resulta también una enorme responsabilidad y un tremendo desafío el desempeño de este cargo, puesto que si bien disponemos de muchos recursos, todavía queda mucho por hacer: mejorar las infraestructuras públicas y su gestión, crear nuevos servicios públicos e infraestructuras municipales, mantener las tradiciones y rescatar las que se perdieron, recuperar nuestros bosques autóctonos mediante una gestión adecuada, asegurar los puestos de trabajo en el municipio, colaborar con los negocios locales y las asociaciones civiles y, quizá lo más importante: ayudar a los vecinos con los problemas y las dificultades cotidianas para que no exista una sensación de desamparo con respecto a la Administración Local, al margen de ideologías políticas y cuestiones partidistas, pues independientemente del color que tiñe nuestras ideas, somos todos personas, y esto es algo que, en mi opinión, nunca debe olvidarse.

 

Es, por lo tanto, un honor ser Alcaldesa de un pueblo tan maravilloso y completo como el nuestro, aún con todos los desafíos que se presentan. Sin duda alguna, pondré todo mi empeño, mi formación y mis mejores aptitudes al servicio del pueblo.

 

Un afectuoso abrazo para todos. Atentamente,

 

Nazaret Martín Calvo.